¿Por mucho que entrenas no consigues bajar de peso? Puede que los refrescos azucarados tengan la culpa hasta de un 20% de tu sobrepeso, según estudios recientes.
Los investigadores a cargo trataron de averiguar si el aumento de peso entre los estadounidenses tiene como culpable al consumo de bebidas refrescantes azucaradas estudiando casos y pruebas de las últimas cuatro décadas. Tanto los estudios observacionales como las pruebas controladas demostraron que existe relación entre el consumo de refrescos y la obesidad (ambos se han incrementado).
Entre 1977 y 2002, el número de calorías ingeridas mediante refrescos aumentó un 228%. Entre 1977-78 y 1999-2001, las encuestas dietéticas demostraron que el incremento llegó hasta un 43% como promedio para cada individuo. Lamentablemente, a este incremento no le correspondió una mayor actividad física.
Los autores del estudio argumentan que, como mínimo, un 20% del peso que los estadounidenses han ganado se debe a las bebidas azucaradas. El gobierno de los Estados Unidos ha lanzado medidas disuasorias para reducir el consumo, como un aumento de los costes, menor disponibilidad y normativas más duras para su publicidad, esperando que la obesidad descienda en el país
Los investigadores a cargo trataron de averiguar si el aumento de peso entre los estadounidenses tiene como culpable al consumo de bebidas refrescantes azucaradas estudiando casos y pruebas de las últimas cuatro décadas. Tanto los estudios observacionales como las pruebas controladas demostraron que existe relación entre el consumo de refrescos y la obesidad (ambos se han incrementado).
Entre 1977 y 2002, el número de calorías ingeridas mediante refrescos aumentó un 228%. Entre 1977-78 y 1999-2001, las encuestas dietéticas demostraron que el incremento llegó hasta un 43% como promedio para cada individuo. Lamentablemente, a este incremento no le correspondió una mayor actividad física.
Los autores del estudio argumentan que, como mínimo, un 20% del peso que los estadounidenses han ganado se debe a las bebidas azucaradas. El gobierno de los Estados Unidos ha lanzado medidas disuasorias para reducir el consumo, como un aumento de los costes, menor disponibilidad y normativas más duras para su publicidad, esperando que la obesidad descienda en el país